Usualmente, cuando nos sentimos tristes, lo último que queremos hacer es salir al mundo exterior, o inclusive disfrutar de actividades que usualmente nos hacen feliz. Cuando nos enojamos podemos llegar a ser agresivos o hasta violentos, y el estrés nos puede llegar a causar angustia y ansiedad. Y aunque muchas veces lo más adecuado es buscar atención médica o requerir a alguna solución natural, para complementar estas opciones, también hay que tener en cuenta que hay muchos comportamientos o hábitos que podemos adaptar que tienen la capacidad de modificar nuestra forma de ver y reaccionar emocionalmente ante las situaciones en las que nos encontramos.
Los psicólogos y los mercadólogos concuerdan en un mismo punto, la percepción crea la realidad. ¿Pero cómo cambiar la percepción? Nuestra mente nos puede parecer algo nebulosa y fácilmente maleable ya que no le vemos una forma física inmutable, pero la realidad es que lo opuesto es cierto. Varios estudios han demostrado que la mejor forma de cambiar creencias o formas de pensar, es cambiando la conducta como tal. ¿Quieres ser el tipo de persona que va al gimnasio todos los días? No esperes a que tu mente se convierta en la de un fisicoculturista, simplemente empieza ir al gimnasio, hazlo rutina y te convertirás en alguien que se dedica al ejercicio. De igual forma, si te encuentras triste y sin ganas de salir pero eventualmente quisieras mejorar y regresar al mundo, por más esfuerzo que requiera, simplemente toma ese primer paso fuera de tu casa y empieza a hacer las actividades que usualmente te harían feliz.
El concepto clave de actuar o aparentar para hacer algo real se extiende más allá de nuestro “yo” interno. También se han observado varios fenómenos en los que nuestra forma de actuar directamente le da forma a la realidad que percibimos. El primero, el efecto Pigmalión (también conocido como las profecías autocumplidas) quizá sea mejor ilustrado con un ejemplo ya bien conocido y con el que quizá todos nos podemos identificar hasta cierto grado. El efecto Pigmalión describe lo que ocurre cuando las expectativas que tenemos sobre la conducta de una persona, ocasionan que esa persona termine cumpliéndolas, a pesar de que, si no hubiera sido por nuestra conducta inicial que refleja ciertas expectativas, no hubiera sido éste el caso. Es decir, si un maestro ve que un estudiante viene vestido de mala facha al salón de clase, quizá con el aspecto que el maestro asocia con un estereotípico alborotador rebelde, es posible que la misma actitud negativa con la que el maestro actúa hacia el estudiante, derivada de sus prejuicios y expectativas, produzca también en el estudiante un actitud negativa en respuesta y se termine convirtiendo precisamente en el tipo de alborotador que el maestro esperara que fuera.
Por otra parte, también existe el efecto placebo, fenómeno que describe lo que ocurre cuando una persona, por simplemente creer que alguna sustancia (usualmente una medicina) tendrá cierto efecto sobre él, se sugestiona a sí mismo inconscientemente y empiece a sentir el alivio del medicamento, o cualquiera que sea el efecto que esperaba de la sustancia. Muchas formas de medicina alternativa se creen que funcionan por este mismo principio, la gente logra convencerse a sí misma que lo que sea que está tomando le está haciendo un bien. Claro, esto no puede ocasionar milagros, y mientras más esté consciente uno de que el efecto puede estar en juego, se vuelve menos probable de que éste se manifieste de manera efectiva, pues uno ya no logra “engañarse” a sí mismo.
A pesar de que a veces, sin importar lo que hagamos, existan verdaderos limitantes físicos que nos impidan hacer un cambio deseado, la lección que uno se puede llevar de todo esto es simple: si quieres ser o sentirte de una forma, actúa como si ya lo fueras. Siéntete cómodo en el nuevo papel que tratas de asumir, o bien, cuida de cómo tu comportamiento puede no sólo alterar la percepción de tu entorno, si no transformarlo por completo en una nueva realidad que encaje con la actitud con la que le haces frente. Así que a la siguiente que te sientas sumamente estresado, recuerda intentar cambiar tu conducta, no actúes estresado, respira profundo y haz lo que la versión del “tú relajado” haría.
Referencias:
https://opentextbc.ca/socialpsychology/chapter/changing-attitudes-by-changing-behavior/
https://www.psychologytoday.com/blog/psychology-writers/201210/using-self-fulfilling-prophecies-your-advantage
https://www.psychologytoday.com/blog/ulterior-motives/201007/when-are-attitudes-pliable\
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